¿Qué tal? ^^

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Miedo

¿Sabes lo que es el miedo? Tiene muchas caras, muchas maneras de sobrevivir a las personas, a las vidas, a las mentes, a los espíritus. Se puede encontrar en la cara de los niños, de los ancianos, de las mujeres, de los hombres. Y siempre te produce la misma sensación de desasosiego. Parece que la sangre deja de correr por tus venas durante unos instantes que se hacen eternos. Te falta el aliento. El corazón se niega a funcionar, se encoge sobre sí mismo y se acurruca en algún rincón entre tus pulmones. La sangre cae desde tus mejillas a tus manos, a tus pies, y no consigue regresar a donde debería estar.

Dejas de pensar, de mirar, de entender. Solo sientes el instinto de supervivencia, o tu sexto sentido, o como rayos quieras llamarlo. En todos los casos, te dicen lo mismo: corre. Corre y no dejes de correr.

Tus pupilas se dilatan y, de repente, y sin entender muy bien cómo, ves con meridiana claridad que estás perdido. Entonces, intentas negarlo. Intentas mirar a tu alrededor y buscar una señal, una sugerencia, una mano amiga tendida a ti, una sonrisa cálida o una mirada tranquilizadora. Pero nada. Estas solo. Totalmente solo. En la oscuridad de tu miedo, que te envuelve como una negra anaconda, y puedes ver en su mirada irisada la muerte letal.

Deseas que todo sea una pesadilla, un mal sueño, un mal golpe que la fortuna te da, con su extraño y siniestro humor negro.

Pero, por mucho que lo desees, sigues ahí, muerto de pánico. Y, por fin, tu mente reacciona y tus piernas también. Pones en marcha todos tus músculos. Consigues convencer a tu corazón para que haga un esfuerzo... y otro... y un último esfuerzo más... Huyes y huyes, y jamás sabrás por qué. Solo sabes que si no lo haces, si aquello te teme te atrapa, será el fin.

Pero no sirve de nada correr. Sin una razón aparente, parece que tus piernas están agarrotadas, que no se mueven como deberían. El tiempo transcurre como el goeto de un grifo en la soledad de un caserón. Plot... Plot... Plot... Y suenan tus pasos tan pausados... tan alejados... Todo a tu alrededor se asemeja a un extraño cuadro, borrado por el paso del tiempo, gritesco como el Retrato de Van Gogh o Los Desastres de la Guerra donde Goya exponía sus más angustiosos temores.

El tiempo se detiene. Y tus piernas dejan de responderte. Te desplomas al suelo... Tu miedo te rodea con sus tentáculos...

Y mueres.


Para despertar de nuevo, empapado en sudor y gritos, en tu cálida cama, tras una horrible pesadilla... o no.

sábado, 11 de septiembre de 2010

¿Por qué amar a los animales? ~ María Teresa de Calcuta

¿Por qué amar a los animales?


Porque lo dan todo, sin pedir nada.

Porque ante el poder del hombre que cuenta con armas... son indefensos.

Porque son eternos niños, porque no saben de odios...ni guerras.

Porque no conocen el dinero y se conforman solo con un techo donde guarecerse del frío.

Porque se dan a entender sin palabras, porque su mirada es pura como su alma.

Porque no saben de envidia ni rencores, porque el perdón es algo natural en ellos.

Porque saben amar con lealtad y fidelidad.

Porque dan vida sin tener que ir a una lujosa clínica.

Porque no compran amor, simplemente lo esperan y porque son nuestros compañeros, eternos amigos que nunca traicionan.

Y porque están vivos.

Por esto y mil cosas más... merecen nuestro amor...

Si aprendemos a amarlos como lo merecen... estaremos más cerca de Dios.


Sé poco o nada de esta mujer, a decir verdad. Recuerdo que una profesora de primaria organizó una conmemoración por el aniversario de su muerte. También sé que estuvo en Calcuta, ayudando a niños, dando educación y una vida más feliz a aquellos que la rodeaban.

Sé poco de esta mujer, pero sí sé que si es capaz de ponerme los pelos de punta como lo ha hecho con esta carta/poema/composición/como se diga, tuvo que ser una gran persona. Una gran mujer.




domingo, 29 de agosto de 2010

Más de 1000 visitas!!!


¡Gauuu! ¡Más de mil visitas al Alféizar! (Se escucha un gran estruendo de aplausos, ovaciones y silbidos). ¡Gracias! ¡Gracias! *Ayrel hace reverencias, emocionada*

¡No sé qué decir! ¡No me lo merezco! ¡Sé que soy genial, pero no tanto! ¡Mil visitas! ¡Joroba! *Ayrel se pone a pegar saltitos, poniendo los dedos índice y corazón en forma de uve*


Ahora, en serio. GRACIAS. Gracias por estar ahí, por pasaros de vez en cuando a verme al alféizar. Gracias por vuestros comentarios, que me hacen sonreír, que me gusta verlos cada vez que paso por, mi, no; nuestro alféizar. Porque, sin vosotros, no habría Alféizar, ni tardes lluviosas de otoño ni ganas de escribir.


Gracias por reír mis gracias y llorar mis momentos tristes. Gracias por dedicarme un segundo de vuestras vidas, que seguro que serán más atareadas que las mías, y por eso, el esfuerzo de pasaros por aquí debe ser infinitamente más grande.


Gracias por leerme, aunque a veces mis escritos sean aburridos o insoportables, aunque no opine igual que vosotros, aunque me equivoque miles de veces, gracias por dar una y otra y otra oportunidad.


Gracias por estar ahí, por confiar en mí y en mis letras.


Gracias por ser vosotros.


Gracias.

jueves, 19 de agosto de 2010

Decálogo del buen Amo...

Ya he hablado de mi perrita, Cleo. Una mezcla de pastor belga y pastor alemán, llena de pelo largo y mil kilos de cariño. De su hocico, últimamente más canoso, cuelga una divertida lengua rosada, redeada de dientes y colmillos que jamás utiliza. A veces, echa hacia atrás las comisuras de sus estrechos labios, imitando a la sonrisa del gato Chesire y jadea. Sé que está contenta. Otras veces, al volver a casa de dar un paseo, la suelto en el último tramo y echamos una carrera hasta casa. Entonces, se estira, echa las orejas para atrás y, a pesar de tener ya diez años, corre como hace tanto tiempo, y me cuesta seguirla. Siempre me gana.



Se tumba en el salón, al lado del sofá, disfrutando de nuestra compañía. Ya puede estar muy dormida, que cada vez que la llames ("¡Cleo!"), ella alza las orejas, sobre todo si es después de comer, pues las probabilidades de que caiga algo en su plato de comida se acrecientan.



Después de hacer la siesta, se levanta y se estira, antes de sacudirse entera y acercarse de nuevo a nosotros, exigiendo su ración de cariño y juego, armada de su enorme hamburguesa de plástico. Cogemos la hamburguesa, llena de babas, casi con aprensión. Pero no importa. El brillo pícaro de los ojos de Cleo nos reta a intentar robársela. Si tengo suerte, es posible que le coja la hamburguesa, y tengamos que tirar del juguete hasta que alguna de las dos lo suelte. Si no, me tocará levantarme del sofá y correr tras ella. Cleo comienza a dar vueltas sin parar alrededor de la mesa del salón, o del comedor, o enderredor del sofá. Poco importa. Lo único importante es hacerme caer rendida sobre alguna silla agotada y mareada, para luego acercarse de nuevo, burlona, riéndose de mí con la mirada. Entonces, parece que se apiada, y me deja a los pies la hamburguesa. Me está volviendo a retar, pero esta vez no caigo. Simplemente le acaricio la cabeza.


Aún recuerdo con cariño aquel día en que llegó mi padre con un gorrioncillo entre sus dedos. Había sacado a Cleo por el descampado. Ésta llegaba trotando y feliz, orgullosa y soberbia, mostrando al mundo su manto azabache, que brillaba con luz propia. La razón: el pajarillo que traía mi padre.

"No te lo vas a creer, Ayrel", me decía, "pero Cleo ha salvado al pobre pajarillo". Efectivamente, había captado su olor, y había ido husmeando por el suelo hasta que dio con el pobre animalito. Entonces, comenzó a ladrar, llamando a mi padre. Supongo que diría algo así como "¡amito, amito, he encontrado un pajarito!, es pequeño y se ha caído del nido". Cleo es una heroína.


Cleo no es muy lista, ni muy juguetona, ni tan siquiera es muy cariñosa. A veces, es desobediente, un poco pesada y cobarde. ¿Qué clase de perro le tiene pánico a la olla exprés? Pero, ¿sabéis?, es Cleo. Yo no necesito más. Me conformo con que me haga correr detrás de ella, con que se acuerde de mí cuando se sienta asustada, y quiera meterse bajo mi escritorio; me siento bien cuando me saluda alegremente por las mañanas, moviendo el rabo y metiéndose entre las piernas, hasta hacerme perder el equilibrio.


Por eso, por mi corta pero gran experiencia, por la admiración y cariño que profeso por los perros, creo que puedo decir que todo amo no debe ser un amo, sino un amigo, un padre, un hermano:

~Enseñarle disciplina para convivir con otros humanos, perros y demás animales, como lo haría un padre.

~darle lo que necesita cuando sea necesario, sin preguntarse nada más, sacarlo a pasear, darle el pienso pertinente y llevarlo al veterinario cada vez que se requiera.

~Protegerle de sus miedos, y enseñarle a superarlos, para poder vivir tranquilamente, como lo haría un hermano.

~Compartir sus momentos de alegría y de tristeza, con un gran abrazo y caricias, acompañadas de palabras bonitasy tranquilizadoras, decirle que todo va a salir bien, como lo hace un amigo.

~ Sentarte a su lado, simplemente, y contemplarlo dormir, posar tu mano en su costado para notar su respiración, y darte cuenta de lo valiosos que son esos momentos.

~No exigirle más de lo que pueda ofrecer, pues no todos los perros hacen cabriolas ni se tiran a la cara para lamerte y demostrarte su afecto, sino confórmate con lo que te da, que seguro, será todo lo que hay en él.

~ Aprende a acariciarle, lo que cada gesto implica, lo que cada ladrido quiere decir, escucharle, con la mirada, con el corazón, intentando llevar tu empatía a su máxima expresión.

~Cómprale juguetes, pero no de los más caros, pues no hace falta, sólo los que más le gustan, los que sabes que adorará y con los que compartirá momentos de júbilo y ocio; busca juguetes que convengan a cada etapa de su vida, porque, por desgracia, y como todos, los perros crecen, y lo que hoy parece volverle loco, quizás mañana no tanto.

~No darle comida que le pueda perjudicarle, cuidar de que tenga una vida saludable. Cada dueño tiene sus truquitos, ya que cada perro prefiere algo distinto. Jugar con los sabores que le encantan en una gran ayuda, y la fruta es muy buena para pasar el calor del verano. A Cleo le enloquece la manzana y todas las noches le tenemos que dar una.

~Y, en definitiva, en resumen y como conclusió. Para ser un buen amo, ámale, conócele, entiéndele, mímale, paséale, juega con él, escúchale, siéntate a su lado, dale golosinas sanas y sé su gran amigo.


Así, serás un gran amo.




viernes, 6 de agosto de 2010

Desvaríos bajo el ventilador (lo que hace el calor...!)

¿Y si el mundo fuera una castaña? Entonces, las espinas serían las montañas...



¿Y si el mundo fuera una pelota de fútbol? Entonces, los continentes serían los pentágonos negros...


¿Y si fuera agua? No lo "fuería", porque ya lo es.



¿Y si el mundo fuera un libro? Entonces, sería La Historia Interminable...



¿Y si fuera un sueño? Entonces, no despertaríamos jamás...



¿Y si el mundo fuese una rosa? Entonces, los mares serían las gotas de rocío que ruedan sobre ella.



¿Y si el mundo fuera un perro? Entonces, estaría lleno de ternura y lealtad.



¿Y si el mundo fuera triste? Entonces, encontraríamos la manera de cambiarlo.



¿Y si el mundo fuera música? Entonces, tú serías negra, yo blanca, y ellos dos, formarían una corchea.



¿Y si el mundo fuera silencio? Entonces, sería el silencio más sereno.



¿Y si el mundo no fuera nada? Entonces, nosotros lo llenaríamos con nuestro todo.



¿Y si el mundo fuese aire? Entonces, alzaría los brazos y volaría.



¿Y si el mundo fuera un niño? Ya lo fue; creció, y ahora es un hombre.



¿Y si el mundo fuera un sombrero? Entonces, "ponerse el mundo por montera" no sería una frase hecha.



¿Y si el mundo fuera una madre? Entonces, no habría guerras porque todos seríamos verdaderos hermanos.



¿Y si el mundo fuese poesía? Entonces, cada ser escribiría un verso, y así, jamás terminaría.





Pero, ¿sabes?, el mundo es una castaña, una pelota, agua, un libro, un sueño, una rosa, un perro. Es triste, pero lo podemos cambiar. Es silencio, pero a veces, el silencio es la música más maravillosa que nuestros oídos hayan escuchado nunca. A veces puede ser nada, pero siempre, lo llenaremos con nuestros todo, con nuestro optimismo y nuestra alma. El mundo es aire, que nos llena los pulmones. El mundo fue niño, y creció como nosotros, de nuestra mano. "Ponerse el mundo por montera" no es una frase hecha. Es la realidad de los que creen en sí mismos. Todos somos hermanos, pero los hermanos, se pelean. Cada persona escribe su propio verso en la obra de la Historia.



Todo esto, y más, es el Mundo.



lunes, 7 de junio de 2010

¿Por qué?~Reflexiones de un toro de lidia


El campo, la tierra, la hierba fresca y verde y la tibia sombra. El paraíso para cualquier ser vivo. Una vida plácida, tranquila, donde pastar y dormir era primicia. Donde ser feliz no era ninguna locura.

El cielo azul, las nubes rozando el Sol, jugando con él en un delicado baile de máscaras, mientras las encinas se estremecen con la suave brisa de primavera. Comienza la estación estival, donde el jolgorio y la alegría son frecuentes en cualquier pueblo de este país que mi señor amo insiste en llamarlo "España". Yo, un toro de lidia, prefiero llamarlo mundo. El mundo es más grande que un país, más pacífico, más feliz.

El mundo es todo lo que necesito. Ni banderas, ni himnos, ni escudos. Sólo campo, tierra, hierba fresca y verde y la tibia sombra de una encina.


Pero los días se hacen noche, las noches días, pasando el tiempo. Pronto, llegará de nuevo mi señor amo. Todos los años, en esta época, nos reúne a todos para comprobar que ningún congénere falta. Luego, volvemos al campo, a seguir pastando, brincando y creciendo en libertad.

Un hombre grande, cuadrado de hombros nos llama. Mi pereza me obliga a pensármelo dos veces antes de, con un fuerte mugido molesto, me acerco. Trae su camioneta, y viene acompañado de un par de hombres más. Como todos los años.

Comienza a contarnos, a comprobar cada toro, observándonos las orejas, el rabo, el lomo, el pelaje, el hocico... Todo. Lo llega a hacer con ternura, mientras mis compañeros se dejan, con más o menos reticencia.

Pronto me llega el turno a mí. El hombre se sonríe al mirarme. Me obliga a levantar la cabeza, mirándome a los ojos. Bufé, pero él ni se inmutó, mientras me acaricia los pitones, comprobando la fuerza de los mismos.

Orgulloso y arrogante como soy, alzo aún más la cabeza, enseñándole mi porte regio, mi temperamento de rey, mi temple de hierro. Un general de los grandes bovinos. Un toro de lidia.

Mas, algo no iba bien. De repente siento cómo me colocan algo alrededor del cuello, una soga que me ahoga, a pesar de no estar tensa. La odio, más aún cuando tiran de mí, a través de esa soga, que pronto se tensa, aplastando mi grueso cuello.

Pero yo me resisto, no quiero ir a donde sea que me quieran llevar. ¡No, no! Con un fuerte mugido, un par de bufidos y varias cocer, miro hacia atrás, observando mi campo, mi tierra, mi verde y fresca hierba, mi sombra bajo las encinas. ¡No quiero irme! Mujo. ¡No quiero irme! Gimo. ¡No quiero irme! Bufo. Pero de nada sirve.

Desde los barrotes de la ventanilla de la furgoneta, puedo ver alejándose a las encinas, sus sombras, las nubes bailando con el sol... y mis compañeros, pastando tranquilamente, otro año más, hasta la época festival del que viene.


Los días pasan, y no salgo de aquí. Estoy mareado, confuso, asustado. No sé dónde me encuentro, no sé qué hago. Sólo sé que soy un toro de lidia, que no para de mirar por la ventana. Hace soles que no veo una encina, ni sombras tibias, ni hierba fresca. Solo un suelo demasiado gris y tierra yerma por todos lados. Los mugidos no sirven de nada. ¿Estaré condenado a vivir aquí para siempre?


Pero algo cambia en el paisaje gris y monótono, y comienzo a ver árboles muy extraños y altos. En vez de copa, tienen una tapa plana, de la que a veces sale humo, como si en el interior de su tronco hubiera un tremendo incendio. En las raíces hay un enorme hueco, perfectamente definido, al igual que en la parte alta del tronco, pero más pequeño. De esos huecos, se asoman hombres, tales como ardillas. Los árboles de los hombres aparecen una y otra vez, cada vez más altos y más extraños, con más hombres-ardillas por todas partes.

Y me asusto más. ¿Dónde estoy? Mis mugidos se multiplican.


Aun así, llegamos a un árbol muy extraño, aún más que los de los hombres-ardilla. Es circular y muy blanco. La furgoneta entra en ese árbol gigantesco, y me lleva a un hueco del árbol, con más barrotes y paja.

Estoy enfadado. Estoy enfadadísimo. Pero eso no hace más que aumentar el deleite de mi señor amo y su cuadrilla de hombres, que cuentan unas hojas de varios colores, que tienen un gran valor para estos humanos (¡qué raros que son!). Entonces, siento cómo alguien me pega un golpe por detrás con una vara, y voy a por él, pitones en ristre, dispuesto a ensartarlo como se merece.

Mientras allá fuera, oigo vítores y gritos de júbilos. Y aquello me pone más y más furioso.


De repente, alguien me abre un portón. La luz me ciega, pero me da igual. Soy un toro de lidia, y voy a hacérselo pagar caro.


Con un poderoso mugido, salgo corriendo de la jaula, para encontrarme de lleno en el centro de un enorme claro, rodeado por miles de hombres asomados a ese claro, que está rodeado por el árbol gigantesco. Saltan, gritan, aplauden... a un hombre que me dio mucho miedo. Iba vestido de forma ridícula y extraña, con un sombrero estúpido y una capa roja. Y un pincho.


Pero no me iba a amilanar, no. A los toros como yo, no nos asustan los hombres ridículos. Él levanta los brazos, como imitándome, haciéndome burla, intentando que esos raquíticos brazos se parezcan a mis imponentes cuernos, que enfrento a él, mientras araño la arena, en modo de amenaza. Bufo, sintiendo mi morro revolotear por mi aliento, antes de lanzarme a destrozar a ese descreído que había osado burlarse de mí. Voy a insertarle mis dos cuernos, justo en el vientre, para que se entere. Estoy muy cerca de matarlo, estoy cada vez más cerca de vengarme, de hacerle pagar lo que me ha hecho sufrir... ¡Pero se va! ¡Me evita!


Y un dolor agudo, el más horrible, esperpéntico y agónico que he sentido en mi vida, me atraviesa el lomo, comenzando a sentir mi cálida sangre chorrear por la herida. No sé qué es lo que tengo en la espalda, pero me encuentro en una encrucijada: si arremeto de nuevo contra el hombre que me había clavado aquello, la herida me dolería aún más: apenas puedo moverme del dolor. Siento cómo ese pincho me hurga bajo la piel, levanta mis músculos buscando mi columna. Mujo, con rabia e impotencia, pero no me doy por vencido.


Lo encaro de nuevo, y esta vez, con el odio más descomunal latiendo en mis ojos, busco otra vez su cuerpo, jurándome que esta vez, no se libraría de mí. Soy capaz de sentir su carne chocar contra mi cabeza, notar cómo mis cuernos rasgan su piel hasta atravesarlo. Puedo sentirme seguro tras hacerlo... Pero me temo que ese momento jamás llegaría, porque una vez más, el hombre se me escapa, clavándome otro cuchillo, justo en el mismo sitio de antes. El flujo de sangre se multiplica, y, con un agudo dolor, un agónico mugido y la lamentable pero gran certeza de que voy a morir, de que no volveré a ver mi campo, mi tierra, mi hierba verde y seca y mi tibia sombra bajo las encinas que se estremecen bajo la brisa estival, siento que empiezo a perder la movilidad en mi patas traseras, cómo me tiemblan los tobillos. Mujo de dolor, y siento que se me desgarra el alma cuando, montando a caballo, veo cómo ese hombre se me volvía a acercar, con la alegría de la victoria brillando en su mirada orgullosa, soberbia, arrogante, ruin y cruel. Le veo con una espada, afilada y perfectamente pulida. Mis ojos tristes se reflejan en su envés.


Entonces, su filo me atraviesa una vez más el lomo, y definitivamente, pierdo la movilidad en todo mi ser. Y, silenciosamente, lánguido y rendido caigo al suelo, ensangrentado. El galante hombre baja de su caballo, y me mira a los ojos. En ellos, sólo veo dolor, crueldad y sadismo.


Poco a poco, siento que mis pulmones, al no recibir las órdenes de la columna, ya muerta y marchita, van dejando de funcionar. Mi corazón apenas bombea sangre. Mis músculos ya no duelen, pero sé que si los sintiera, no dejaría de mugir de dolor. Pero ya da igual, porque, poco a poco, y por suerte, voy cayendo en un sueño tranquilo y profundo, recordando mi campo, mi tierra, mi hierba fresca y verde y mi sombra tibia bajo las encinas, mientras una pregunta me quema la mente, apenas consciente: ¿Por qué?


Un rayo de luz ilumina mi cabeza con una respuesta clara: ¡Ah, sí! Porque soy un toro de lidia.







Este toro de lidia ha tenido la suerte de no llegar vivo al momento en el que les cortan las orejas y el rabo. Algunos toros están vivos durante esa matanza en la que sienten cómo les arrancan partes de él, cómo son arrastrados por la plaza como Aquiles hizo con Héctor tras humillarle delante de toda Troya. No verá cómo los verdaderos animales vitorean al torero, ni cómo abuchean al toro. Por suerte para él, el sufrimiento ya ha terminado.

Pero hay muchos más animales inocentes que tendrán que sufrir este infierno, y que, seguro no tendrán tanta suerte.


Di no a los toros, a esta fiesta bestial, sacada de las persecuciones romanas a los cristianos.


¡LA TORTURA NO ES CULTURA! ¡Que los extranjeros no vean a España como un país tercermundista en cuestión a derechos de los animales! ¡Que no sea la fiesta más brutal de nuestro país un símbolo internacional de nuestra tierra!


Todos los años, el gobierno dedica 564 millones de euros para los toros. Con ese dinero, se podría mantener durante un año entero diez quirófanos de urgencias en un hospital. Cada español paga al año para mantener esta aberración 47 euros, siendo más del 70% los que pasan olímpicamente de esta "fiesta" sádica.


FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE, el más amado biólogo y naturalista español, que hizo amar la naturaleza a miles de jóvenes de España, al que cientos de ciudades le han dedicado una estatua, dijo una vez "Ni como naturalista ni como biólogo puedo ser partidario de las corridas de toros. Los carnívoros matan porque no saben alimentarse de otro modo, matan porque lo necesitan para vivir. Es asombroso que exista un público que disfrute y sienta placer viendo como un hombre mata a un animal en la plaza de toros. La mal llamada fiesta nacional es la máxima exaltación de la agresividad humana".


lunes, 26 de abril de 2010

~Reflexiones durante la Recuperación de Lengua~

Hoy, mis comapñeros tenían un examen de recuperación al que yo no me tenía que presentar (iuuff!!). Sin embargo, los textos más extraños te vienen en los momentos más insospechados: en la hora de un exman, por ejemplo:


A 26 de abril, el mundo ya huele a vernao. Cada día se hace más complicado el mirar por la ventana y no sentir el ansia de ponerse el bañador y correr por la cálida y suave arena de la playa.

Y, sin embargo, aún me siento como al principio del segundo trimestre, recién terminadas las fiestas de Navidad y Reyes. ¿Tendrá que ver con lo rápido que han pasado febrero y marzo? Casi un suspiro sordo en mi vida.

Hay veces que deseamos que el tiempo pase como el parpadeo de un gorrión, o un estornudo en otoño. Deseas que tu cumpleaños llegue pronto, que estemos ya en plueno junio o que el barco que te lleva a la aventura de un viaje desatraque rápido.

Otras veces suñamos por que el tiempo se congele, como una foto fija guardada en un baúl viejo. DEseas que esa foto dure para siempre, que permanezca en el baúl del presente.

Pero tan pronto como llega el día de tu cumpleaños, se va. Tan rápido desatraca el barco como se termina tu viaje. Las vacaciones son tan efímeras como un segundo entre miles de horas.

La foto del baúl puede perdurar, y llegar a manos de unos nietos que no conociste. Pero, ¿de qué vale esa foto, si el tiempo y el olvido la han decolorado, han arrugado sus bordes y cuarteado por doquier, hasta combertirla en polvo perdido en la eternidad de las horas de un reloj de cuerda?

Mas, nosotros, simples espectadores, meros mortales, seguimos anhelando controlar el tiempo.

Porque yo, un ser insignificante que reflexiona sobre un papel y un bic en mi mano derecha, aún miro el reloj esperando que pase rápido la hora del examen de recuperación de lengua.

martes, 9 de marzo de 2010

Las Golondrinas

En mi vida hay dos tipos de día: los días en los que no tengo inspiración, pero sí tiempo; y los días en los que cientos de ideas y ganas de escribir me asaltan la mente... y no tengo ni un segundo para utilizarlo en mi blog U.U. Este instante lo catalogaría en un término medio entre estas dos: tengo que estudiar la intemerata, no tengo tiempo, pero me da igual. Hoy estoy eufórica, y aunque sé que luego me tiraré de los pelos por perder estos valiosos cincuenta minutos de hora libre en el ordenador, me da igual.


¿Por qué estoy así?


¡Uf! Por muchas cosas.


De primeras, hace un par de semanas hubo una olimpiada de biología en mi isntituto, en la cual competía contra toda mi ciudad: en total, 57 participantes, la mayoría gente de metro ochenta de 2º Bachillerato (sí, daban muuucho miedo @.@, jajajaja).


Peeeeeero, la semana pasada dieron los resultados, y... ¡tatatachán! ¡Quedé quinta de 57! No está del todo mal, ¿verdad? Sobre todo teniendo en cuenta que no he dado nada de bioquímica, un apartado que sería los tres cuartos de la prueba (¡ains, qué orgullosa estoy!).


Bueno, el premio no ha sido taaaan increíble -como de costumbre, el instituto es más agarrado que el Tío Gilito en época de crisis-, y ha sido un pilot metalizado (muy chulo) y un pen-drive del chino (¡cómo no! aún agradezco que en vez del pilot, no nos hayan regalado un bic -que son capaces).


Pero, aún hay más.


Después de ver cómo el ayuntamiento comienza a colgar las luces de Navidad, hay algo que espero con igual ilusión: las golondrinas.


Ya sabéis cómo son: pequeñas, negritas, como si llevaran un traje; pecho blanco y cola larga y en uve. Un pico achatado, y siempre andan revoloteando, de aquí para allá, tirándose en picado a velocidades vertiginosas. Te puedes quedar horas embelesada mirando esas figuras que dibujan contra el cielo azul, o nuboso de primavera.


Porque eso es lo que anuncian: la primavera, el calor, las vacaciones, las mangas cortas, los días de playa y las siestas bajo la sombrilla, oyendo el mar y oliendo su aroma fresco y salado.


Las golondrinas son el mejor anuncio que te pueden dar el mitad del curso -a parte del que sale por la radio cuando se inunda/incendia/se derrumba/se parte en dos/desaparece tragado por un agujero negro el instituto. Parecen que te gritan, te advierten, te dicen que ya has pasado la parte más dura, que estás a mitad de curso, que falta poco para volver a la playa y hacerle aguadillas a tus amigas.


Han llegado las golondrinas, ha llegado primavera.

jueves, 11 de febrero de 2010

Enemigo Público Nº1!! ~~

Vengo a hablaros del mayor temor de la especie humana del siglo XXi. ¿Jack el Destripador? ¡No! ¿Al-Qaeda? ¡No! ¿El hombre del saco y el Coco juntos? ¡No! (Aunque, sí que dan miedo, sí...)



Este terrorista en potencia tiene una altura que varía de los 30 cm a los 5 cm, y un grosor que va de un dedo a los cuatro juntos; su forma es rectángular, y puede ir armado... ¡con encuadernación rústica!



¡Son los libros!



Sí, esas cosa llena de letras y páginas... ¡Me estremezco sólo de pensarlo!



Esto es lo que piensa hoy en día el ochenta por ciento de las personas que conozco (que no son pocas...)



Realmente, tienen verdadero pavor a los libros, y en el mejor de los casos, los rechazan y se burlan de ellos.



Pero tienen mucha razón. ¿Para qué leer si puedes ver las películas cutres que te destrozan las tramas más exquisitas de los libros que tú, persona intelignete, leíste en tu infancia? ¿Para qué leer, si puedes ver por la tele cosas más interesantes, como Física o Química, serie donde sólo salen tacos, sexo y drogas -verídico-? ¿Para qué leer si puedes tener más de treinta faltas de ortografías en un examen, que nadie va a contabilizar? ¿Para qué leer, en fin, si toooodo el mundo tiene alergia al mundo de la literatura?



Es curioso como la gente que alude al "amor verdadero", a la "belleza de la amistad", a la "esperanza de una vida llena de aventuras", no son capaces de leer a Shakespeare (cumbre, para mi gusto, de la obra romántica), "Vicky sigue conmigo" (vale, es un libro poco conocido, pero del tema de la amistad, voy verde >.<) o "Tom Sawyer"...



¿No es hipócrita? No hace falta leer para conocer estos conceptos, pero sí para entenderlos, para sentirlos, para creer realmente en ellos.



Pero, la culpa es nuestra, de nuestra cultura. Y aludo de nuevo a Física o Química (que realmente fue el aliciente de hacer esta entrada). Se ve a una de las protagonistas leyendo "Crimen y Castigo". ¡Diooos! ¡'No podía ser! ¡Estaba leyendo! ¡Y un libro de literatura clásica! ¡Tenía que haber un error!



Pero no os asustéis, queridos lectores, que los guionistas saben enmendar sus equivocaciones, porque pronto viene otra "supermegahiper enrrolladísima de la muerte, o sea" y le dice lo de siempre:



*Cara de asco*



-Jo, tía, ¿qué lees? -contestación de la prota que parece inteligente, a lo que la hiper enrroladísima de la muerte contesta: -Tiene que ser un muermazo total, pareces una empollona...



¿Que parece una empollona? ¡Ole sus hue... narices! ¿Qué significa empollona? ¿Sacar buenas notas, ir a la Universidad, convertirte en médico y ganar pasta hasta morir ahogado con los billetes? ¡Joder, yo también quiero ser empollona!



Pero, no sólo eso, sino que encima, la tía que parecía inteligente, demuestra que no lo es, porque se intenta lanzar el pegote de decirle de qué va el libro. Dos problemas:



1) La muy idiota se lía con la sinopsis: pasa del argumento principal y le cuenta un pasaje del libro.



2) ¡Me destripa el libro en la cara! ¡Hija de tu madre! T.T



¿Quién narices es el guionista, que le coloco una bomba? ¬¬



También se puede ver en las propias librerías O_O.



Mi librería favorita se está vendiendo, y ahopra también venden DVDs. Vale, DVDs culturales, y eso me tranquiliza... ¡Pero todo llegará! Y les veré vendiendo películas basadas en libro U.U.



O en el supermercado de mi ciudad, que su sección de librería se ha ido degradando...



1º Etapa) Sección con cinco estanterías, llenas hasta arriba de libros: mi paraíso personal.



2ª Etapa) Sección con tres estanterías, más o menos llenas, con libros bastante destrozados.



3ª Etapa) Cajón de sastre, con libros hechos polvo, y muchos de ellos, ni siquiera son españlo. Me apuesto el brazo a que son de segunda mano ¬¬.



Y así, me encuentro con gente, que cuando me ve leyendo tiene el repentino impulso de molestarme:



Fase 1: Cerrarme el libro, haciéndose los interesantes para ver cuál es el título. ¿Quieres saberlo? ¡PREGÚNTAMELO! Creedme que molestáis menos.



Fase 2: Pregunta gilipollesca: "¿Por qué te gusta tanto leer? Eres rara". ¿Y yo qué contesto, eh? Porque no puedo contestarle a la cara que es porque soy más inteligente y culta que ella...



Fase 3: Burlas ridículas. "Eres una empollona" "¡No sé cómo te puede gustar".



Fase 4 y el colmo: Coemnzar a apartarme el libro de los ojos.



¿Acaso les apago yo la tele cuando están viendo sus telenovelas basura? ¡No! ¿Acaso les apago la música cuando tengo que aguantar las letras machistas de "cantantes" de Reggaeton? ¡No! ¿Y por qué me tienen que molestar a mí cuando leo, y desarrollo mis gustos?



Dicen los de la SGAE: ¡La música es cultura!



Digo yo: ¡La literatura es cultura, la literatura es vida, la literatura es entrenimineto, la literatura es trabajo, la literatura es el patrimonio de la humanidad más importante, la literatura es el saber, la LITERATURA ES EL SER HUMANO!



Si dejamos de leer, nos perderemos a nosotros mismos. Si dejamos de leer, todo se perderá para siempre.







Física o Química terminará dentro de cinco años. La Biblia de Gutenberg aún se puede leer.


viernes, 5 de febrero de 2010

Feliz, consumista y relamido San Valentín

Se acerca San Valentín. En el instituto ya se está terminando la campaña de las Rosas de San Valentín, los colores pastel y los corazoncitos campan a sus anchas en las calles como el virus de la gripe al inicio del curso.


La gente no hace más que planes para "el esperadísimo, majestuoso, estupendísimo" San Valentín.


Perdonad si me pongo un poco pesimista.


Pero San Valentín, para ese minoritario grupo de adolescentes solteros y orgullosos de serlo, suele ser la mayor tortura del año. Muchos de nosotros preferimos un examen, una consulta al médico, ¡ir al dentista! con tal de no ver cómo tus superficiales compañeras reciben una, dos, tres, tropecientas rosas, sólo por venir al insittuto con la raya en los ojos, ir a la discoteca y ganar el premio a la cabeza más hueca de la historia de la humanidad. Mientras nosotros, los solteros con personalidad propia, preferimos leer un buen libro que irse a hacer morritos y darnos regalos caros que al año siguiente quemaremos, porque una de cada dos parejas rompen después de San Valentín. Entonces, el Rolex que le regalaste a tu "mqaravilloso" novio, acaba en una casa de empeño. Es decir, le has regalado a tu ex-novio más de cien euros. ¿No te arrepientes de haber celebrado San Valentín?



Luego, por supuesto, está esa otra minoría de enamorados inteligentes que opinan que San Valentín es todos los días. ¡Touché! ¡Así, sí, señores! Eso sí, espero que los san valentines sean un poquito más baratos que los que se celebran una vez al año. xD Aunque, en mi opinión, el mejor regalo es un abrazo, un beso y una frase que te derrita por dentro. Y, para eso, sin duda, el maestro era Shakespeare. ¿Por qué no he podido nacer en 1600? >.<


Mientras tanto, tengo que sucumbir a la estúpida esperanza de que en San Valentín ocurrirá algo que me transformará de "soltera orgullosa y torturada" a "enamorada inteligente"... Y toooodos los años ocurre lo mismo: decepción pura y dura.


Este año, por suerte, no ocurrirá lo mismo (o eso espero). La razón: el único chico que me gusta no está en mi instituto, así que, aunque quisiese, no podría enviarme una rosa. Así que, este año creo poder soportar ver cómo mis descerebradas y superficiales compañeras llegan a casa con un jardín entre las manos.


Y es que, San Valentín es un asco.


Frases para el Amor


El Amor no es que sea ciego, el amor es que tiene mala leche ¬¬


El Amor es como el jarabe para los tos: en exceso, es empalagoso y te puede costar una visita el médico


Los amores épicos son los que hacen más daño. Confórmate con un novio rico


El Amor más verdadero no es el mutuo: es el que tú sientes por el dinero


Cupido, al contrario de lo que muchos piensan, era un dios maligno


El Amor te deja en pañales, por eso, Cupido lleva Dodotis


El Amor sale por la ventana en el momento en que la verdad, la sensatez, la inteligencia y el sentido común entra por la puerta


Solución ante los altos números de divorcio: no casarse


miércoles, 20 de enero de 2010

La Violencia Feminista también EXISTE

De verdad, que ya cansa... De verdad, que se os ve mucho el plumero...


Esto es lo que deberíamos decirle a todos los reporteros de las cadenas y periódicos nacionales. En todas las ediciones (por la tarde, por la noche, mientras los lavamos los dientes por la mañana) oímos lo mismo: violencia machista, violencia de género, nosecuántas víctimas de violencia doméstica...


Las hay, y nadie discute la importancia que estas pobres mujeres tienen en la sociedad. Nadie le quita mérito a aquellas que se atreven a rebelarse contra la tiranía de sus respectivas bestias, también conocidas como "maridos".


¡Pero ellas no son las únicas! (Para el que lo dude: soy mujer, no femenista, ni machista: sólo "igualdadista").


Seguro que toooodos sabemos cuántas mujeres han sido víctimas de violencia este pasado 2009: creo recordar que rondan los 50...


¿Alguien sabe cuántos hombres han sido maltratados por sus mujeres? ¡Hagan sus apuestas, caballeros!


¡Treinta y tres!


¿Y esas treinta y tres víctimas, dónde están? ¿Por qué son menos importantes? ¿Qué agujero negro se los ha tragado?


El filtro de noticias y de "lo políticamente correcto".


Nosotras mismas lo decimos: también tenemos uñas y nos sabemos defender. Maltrato psicológico, con cuchillos de cocina, y otros tantos métodos.


¿Para ellos no hay un número especializado, ni protocolos de actuación, ni siquiera un mínimo de seguridad? ¿Por qué? ¿No son víctimas de la violencia también ellos?


Otro dato curioso.


Para la violencia contra la mujer hay nombre concreto y especial: "violencia de género". ¿Y si es el hombre la víctima? ¿Violencia de "sexo"? Porque, "violencia de género" no es para los dos.


Dos mil años de machismo aférrimo, de sufrimiento para la mujer, de ver impotentes cómo nos aplastaban los hombres...


¿Ahora qué? ¿Repetir la historia pero viceversa?


Chicas, la estamos cagando: tan malo es el machismo como el feminismo.


¡Viva la igualdad, no el feminismo! ¿Qué me decís?





Un artículo interesante.

martes, 12 de enero de 2010

A la rutina de nuevo... U.U

Bueno, ya estamos otra vez de sobresaltos, de prisas, de estrés y de muchos exámenes... ¡Llevo dos días en el instituto y ya hemos fechado cuatro! >.< ¿Quién no se deprime?

El instituto comenzó ayer, once de enero, como otro día cualquiera... No, como otro día cualquiera no. Este fue aún más largo, pesado y aburrido, porque aún me quedaba el regustillo a vacaciones: miraba a la ventana y suspiraba por... ¡volver a mi cama calentita! Porque, para mi desgracia, la gripe de "abrid las ventanas, chicos" de los profesores se está extendiendo. Y, ¿claro? ¿Quién se congela? ¡Pues la pringada que está justo al lado de la ventana abierta! ¡Efectivamente, yo! Y, ¿quién se está cogiendo un trancazo a tres días de coger el avión para ir a Málaga? ¡Pues la misma pringada! (Como pierda el billete por este resfriado, sé más de un profesor que se va a tener que rascar el bolsillo para pagármelo ¬¬).

Pero bueno, como tampoco hay mucho que contar, y no tengo ganas de amargaros el día recordándoos lo que es la "vuelta al cole", os voy a dejar un par de frases que me he encontrado por ahí:
Todas las personas nacen como original y la mayoría mueren como copia.
Comparte tus conocimientos. Es la mejor forma de alcanzar la inmortalidad.
Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja
El sexo es como el mus, o tienes una buena pareja, o tienes una buena mano.
La pereza es la madre de todos los vicios. Y como madre... hay que respetarla
Si la vida te da mil razones para llorar, demuestra que tienes mil y una para soñar.
Cuando te duele mirar hacia atrás y te da miedo mirar adelante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estaré, a tu lado.
Si estamos en un cuarto oscuro y decimos que no hay luz es porque alguna vez hemos visto la luz. Algo parecido ocurre con la felicidad. (Swami Tilak).
Nunca dejes de sonreír, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.
Bueno, espero que os hayan gustado estas frases. A mí, sinceramente, me encantan *.*.

domingo, 3 de enero de 2010

FELIZ AÑO 2010!!

Depués de los ya muy reconocidos atragantamientos, risotadas y brindis de Nochevieja, finalmente, y tras muchísimos miles de años de la Historia del Universo, ¡aquí estamos! ¡En el 2010! (¡Qué extraña me resulta esta cifra, leñe...! ¡Casi tanto como la del año pasado! ¡Jajaja!)

Bueno, y, ¿qué pasa en enero? ¿La cuesta? ¿Las rebajas? ¿La operación retorno? ¡No! ¡Los proyectos! ¡Claro!

Tooooodos nos ponemos a hacernos metas nuevas (o no tan nuevas...): dejar de fumar, adelgazar, leer tal o cual libro... ¡Y yo no iba a ser menos!


1. Terminar mi puñetero libro... ¬¬
2. Traer a una amiga de la Península a mi casa
3. ¡Decidirme ya qué carrera elegir!
4. Perder el peso que he cogido en Navidades
5. Conseguir el diez en Francés
6. Viajar a donde sea
7. Salir con alguien especial
8. Leer el Señor de los Anillos
9. Ganar el concurso en el que quedé como Mención de Honor
10. Ir a ver más a mi abuela
11. ¡Ser ordenada! Ufff
12. Superar Matemáticas...
13. Cumplir los diecisiete acompañada de mis mejores amigos
14. Ser feliz
Lo dejo ahí por dos razones: 1) ¡Con tantas metas no me va a dar tiempo a completar ni una O.O! y 2) El 14 es mi número de la suerte ^^.