Pero, bueno... Hoy me gustaría presentaros a un personajillo muy curioso, que lleva conmigo, ¡uff!, ¡más de la mitad de mi vida!
Y ese personajillo es mi perrita, Cleo.
Cleo abre la boca, jadeante, enseñando todos y cada uno de sus enormes dientes, que, sin embargo, sólo utiliza para comerse el pienso.
Siempre fue un animal tranquilo y pacífico. Nunca a mordido a ningún otro perro, por mucho que éste la haya atacado.
Cleo tiene ya sus nueve años; no es un cachorro ni mucho menos. En su mirada, entristecida por los años, se ve serenidad y ternura, y vigila el salón y a la familia desde su colchoneta en la puerta como una madre que vigila a sus hijos mientras juegan.
Su lengua cuelga, baboseando, de su hocico, cómicamente; mientras, sus orejas se mantienen erguidas y ladeadas, recogiendo todo sonido que se produce en el ambiente.
De repente, se cansa; bosteza de tal modo que recoge un lengua rosada y abre la boca como las serpientes; echa las orejas para atrás, y termina bajando la cabeza apoyando su hocico en sus patas cruzadas con elegancia.
A pesar de todo, sus ojos no dejan de vigilarnos.
De repente, su amo la llama. El amo es que el más autoridad tiene en su manada, compuesta por una mujer, la ama, y su hija, la amita. Tenía otro amito, pero éste se había ido de casa, dejando la manada.
Cleo se levatna de un salto, y comienza a tener los ramalazos de su infancia.
Coge su juguete favorito -una hambuerguesa sonora a la que se le rompió el pitido- y corre alegremente hasta el sillón del amo, ofreciéndole su juguete.
El amo se ríe, y le da unas palmas en el lomo, cariñosamente.
Ella contesta a sus caricias, restregándose como los gatos contra las patas del amo y del sillón, llenando a ambos de pelo de perro.
El amo se queja, con un tono tierno en la voz, y toda la familia ríe.
Tras esta demostración de cariño, se vuelve a su sitio, meneando el rabo.
La amita se levanta, con ganas de mostrarle su cariño a su "hermana", y cuando ésta ya se halla tumbada en su colchoneta, la amita se tumba junto a ella, apoyando su cabeza en el vientre del animal, sintiendo su respiración.
La amita suspira, y las dos cierran los ojos, tranquilas.
hola!! mi niña !! soy fan de tu blog ,i love!!
ResponderEliminarCleo está muy mona en la foto ,,,enhorabuena por tu blog ,bueeno ya nos veremos en el insti!!
by:sheila
xDD Ya ves, una que es muy mañosa con la cámara 8). xD
ResponderEliminarGracias!! Ya nos veremos!!